miércoles, 18 de enero de 2012

El amanecer de los tiempos

El cuento del primer Garou.

De las cartas de Nicholas Stanock:

"En el amanecer de los tiempos, los Primigenios (Gaia, Heleios, Selene…) crearon el mundo con estruendo y furia, asumiendo la posición de Dioses. Los mitos son miles y los recuerdos muy pocos, pero lo que sí está claro es que al final de aquella Época de Oro la tierra ya no olía a tierra, sino a muerte. Un hedor que flotaba en el aire de forma imperiosa sobre todo lo demás. Esto se debía a que una gran oscuridad, quizás el Wyrm o algo mucho más antiguo rodeaba a Gaia. La dolorosa negrura desgarraba la carne de la Diosa, y bestias repugnantes borboteaban de sus incontables heridas. Pero Gaia no estaba indefensa; los Grandes Señores Animales atacaban con sus colmillos y sus zarpas a la oscuridad incesantemente. Pero no era suficiente.

Un viento vil y frío se coló en las Entrañas del Mundo, atrapando su débil espíritu bajo las raíces de Yggdrasil, el Árbol del Mundo. Allí fue donde los valientes animales de Gaia se lanzaron en pos de su salvación, dejando atrás al Lobo. Pero el Lobo, paciente, esperó. Y vio regresar a sus compañeros con las manos vacías y heridos de muerte, desprendiendo de sus pieles el mismo olor que emanaba de la tierra. Y entonces el Lobo se adentró en el Vientre del Mundo.

Lobo entró sigiloso, pero en vez de atacar a la Gran Oscuridad, esperó de nuevo, paciente. Observó como la Gran Oscuridad hacía cantar a Gaia, drenando su esencia con cada nota. Incluso la misma Muerte ya rondaba con ansia los alrededores. Pero Lobo esperó. Esperó hasta el último momento, cuándo la Gran Oscuridad, absorta por su anhelante victoria, se despreocupó de lo que le rodeaba. Entonces Lobo salió de su escondite y clavó sus mandíbulas en el amargo corazón de la bestia. El aullido de la Oscuridad resonó en todo el Vientre del Mundo y conmovió la tierra sobre las que se encontraban los animales. Forcejeó, pero por más que la Oscuridad trató de librarse de su mortal abrazo, sólo lo consiguió al final. La oscuridad liberó a gaia y Lobo la vio alejarse, siendo apenas una sombra. Pero él también estaba herido, y la Muerte que rondaba cerca se lo llevó.

Tal fue el pesar de Gaia por la muerte de su salvador que el tiempo no pasó ni un solo día en la tierra hasta que, finalmente, Muerte le devolvió a Lobo bajo la promesa de guardar hasta el fin todos los secretos de su oscuro jardín. Y así lo hizo.

Y de este modo, Lobo y sus descendientes se convirtieron en los Guerreros de Gaia."

Nota: Es una versión resumida del cuento del libro de Tribu de los Colmillos Plateados.

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